Tomar el camino más largo y duro no suele ser lo habitual. Pero -por un motivo u otro- esta ha sido siempre mi manera de trabajar.
Aquí en la Península Ibérica, he pasado años siguiendo las pistas a lobos, osos, linces y águilas imperiales. He llegado a estar varias semanas intentando fotografiar un lobo ibérico sin conseguirlo. Te levantas antes de que salga el sol y buscas. O esperas. Vuelves a buscar y vuelves a esperar. Pasan los días. Esperas, buscas. Te mueres de frío a 10 bajo cero. Sigues esperando. Y nada de nada. Vuelves en primavera, en verano. Te derrites de calor. Y de nuevo regresas en otoño y en invierno. Hasta que la naturaleza te ofrece un regalo. Y… ¡de pronto! el lobo aparece.
Lo mismo me ha ocurrido con osos, linces y águilas. Y lo mismo en otros tantos viajes a lo largo de África, Asia, América, Australia… Siempre he confiado en que al final llegará esa recompensa, por muy tarde que sea. Aunque eso no te libera de volver al mismo destino una y otra vez. Lo importante es no perder nunca la moral. Es literalmente una cuestión de fe.
De todas las especies que he logrado observar y fotografiar, hay unos animales que siempre me han cautivado. Son los felinos.
Hace cuatro años, observando pumas un día en la Patagonia sentí que los grandes felinos llamaban a mi puerta. Fue entonces cuando empecé a dar vueltas a una idea que ya no me he quitado de la cabeza: salir en busca de todos los grandes felinos del planeta.
Así fue el inicio de ‘Panteras’.
Capítulo 1. Panteras (el inicio)
Posted By Andoni Canela
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